Uno de los pilares de UNISANGIL es la contribución al progreso de las regiones, y buscando aprovechar las particularidades de su entorno para contribuir social, económica y ambientalmente en sus zonas de influencia.

Es el caso de la ingeniera Yury Samanta Supanteve Márquez. Ella es la creadora de Vita, un emprendimiento que aprovecha una especie nativa del oriente colombiano, al mismo tiempo que contribuye a su preservación. Con ayuda de las comunidades campesinas, que se ven favorecidas económicamente por el desarrollo que la empresa genera, mediante la extracción del aceite de la especie Copaiba para elaborar productos biocosméticos.

Yury Supanteve explica que la idea surge “a raíz de una tradición de la región respecto a esta especie nativa, pues ancestralmente se extraía el aceite de manera artesanal. Entonces, nosotros entramos a mirar cómo aprovechar este recurso de una manera amigable con el medio ambiente”.

Además, la iniciativa se arraigó en los habitantes de la región ya que no se realizan plantaciones como tal, sino que se utilizan el crecimiento orgánico de la especie en terrenos de los campesinos de la zona. “Para nosotros lo primordial son las comunidades, teniendo en cuenta que no hacemos uso de cultivos implementados”. Además, conserva la tradición de los pueblos ya que ellos “han velado por la preservación de esta especie, tradicionalmente”.

Otro aspecto a destacar es que Vita desarrolla un modelo de economía circular; “en ningún momento el árbol se ve afectado”, ya que no se tala, sino que se canaliza; “por literatura, se sabe que, si el árbol no se drena, puede explotar”. Por otro lado, se concientiza sobre la siembra de la especie, “cada vez que se vende un producto, se entregan dos semillas. Tenemos viveros para aportar a la conservación”.

Asimismo, los embaces de los productos son reutilizables y en materiales reciclados como vidrio y hojalata.

Para Yury Supanteve, UNISANGIL ha sido un pilar fundamental a la hora de llegar a realizar su emprendimiento, que hoy cambia las vidas de los campesinos de la región, que hoy ven mejorar sus ingresos gracias al aprovechamiento de la especie Copaiba.

Para ella, “el enfoque ambiental y la línea investigativa fueron dos aspectos fundamentales para descubrir el potencial de esta especie”. Sin embargo, también destaca los valores de la universidad a la hora de apostar por el desarrollo de la región.

Definitivamente, ¡talento UNISANGIL!